Anoche fui a la mar...
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Anoche fui a la mar a consultar mi pena!
Le conté mis tristezas; le hablé de tu persona.
Le conté que en mi mente, un castillo de arena
había hecho contigo, mas quedó destruido
.........................................por una ola!
Le conté que unos celos malditos
rompieron ilusiones, corazones, amor!
Que -sin querer- he vuelto a ser como un Arjona,
el bardo que, sus penas, esconde en la canción!
Mientras le hablaba, en la arena, tu nombre
...............................con mi dedo escribía.
El mar, danzaba, en su eterno danzar;
se alejó sutilmente, como suele día a día,
y otra vez a la orilla... trayendo su cantar!
Al principio... no me dijo nada! Se limitó a callar!
Quisiera me llevaras -le dije- en tus aguas salinas
hasta el lugar preciso donde la he de encontrar,
para allí, arrodillado, decirle que aún la amo,
que sin ella no vivo; que es mi vida; mi andar!
Y en su vaivén, las aguas se acercaron tranquilas
con su susurro inquieto, tristes, a aconsejar.
Me dijeron: Comprendo tu tristeza y también tu agonía;
derrama aquí, en mis faldas, ese amargo llorar!
Las mezclaré con tantas que han traido otras gentes
que han llenado con sangre, con dolor, con pesar;
que a mis aguas recurren, buscando un aliciente,
y llenan mis mareas........hasta su desbordar!
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Mas ya he llorado mucho. Entregué al mar mi pena;
aumenté con mis lágrimas, ese enorme caudal,
y -sutilmente- el mar, con una ola serena,
borraba, dulcemente, aquel nombre
.............................que yo escribí en la arena!
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R.Cortés
2001
8 diciembre
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