Diálogo...
Autor: © Rafael Ángel
— ¿Crees que estoy triste...?
¡Otra
vez te equivocas...!
Confundes, como siempre, el sentimiento
que la raíz
de tu vivir, en mí provoca.
—Si no es
tristeza, dime, ¿qué otra cosa...?
—Es la rabia;
el coraje; la sensación odiosa
del saberte
perdida
entre la
maleza inmensa de la cosa.
—No estoy perdida. Soy feliz. No
me provoques.
— ¿No estás perdida...? Y por qué
no te encuentro,
dime,
entonces...!
¿Es
tu cuerpo invisible? ¿Perdiste acaso
tan especial
aroma, entre otras flores...?
¿O es que he
quedado ciego
por otros
resplandores...?
—Es que has quedado ciego
con otros resplandores!
—Me negaste tu luz. Y aunque te
implore
das
lumbre a otros caminos
y a
otros señores.
Mas, mejor
sigo ciego.
Y si tropiezo
entre las cuerdas de mi lira,
mientras yo
viva
me miraré en
tu espejo...!
—¿Y andar así por el resto de tu
vida...?
—Nada es eterno. Sólo será...
hasta llegar a viejo.
Y te
veré marchar detrás de mí,
cuando camines
detrás del
funeral cortejo.
°
© Rafael Angel
11 de septiembre de 2004