El
aguador y la flor…
Autor: Rafael Angel
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(la
frustración del jardinero)
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Te
dejé sola solamente unos instantes…!
y mientras descansaba y me dormía,
por el mismo cansancio de cuidarte,
le abriste las compuertas, cada día,
a aguadores de otras fuentes pasajeras,
que regaron en tus tallos su agua tibia,
y te hicieron creer abandonada
del verdadero jardinero de tu amor,
aquél que te podaba;
aquél que cultivaba
tus raíces
y nunca permitía
que nadie te dejara
cicatrices.
~
Pero hay plantas así,
gallardas, hermosas y sutiles,
como la caña del bambú,
que a todos muestra su raíz,
y olvida fácilmente
a quien la cultivara
con cultivos lentos
cuando
mueve sus hojas
entre otros vientos.
~
Y
cuando el jardinero se retira un poco
para observar la calidad
de su sembrado,
queda, en su frustración,
aletargado,
pues donde creyó ver frondoso árbol,
a prueba de los vientos del verano,
resulta en débil, pobre
arbusto inerme,
que al primer viento que sople del oriente
le sonríe y se deja seducir…,
hasta que llega su final,
vuelta al poniente.
~
Y dijo el sembrador: ¡te creí más fuerte!
Pero resultas hoy ser tan liviana,
como el polvo que, en la luz de la ventana,
se eleva con los aires del ambiente.
~
¡Yo
volveré a sembrar, hasta que encuentre
una planta que dé sus rosas blancas;
o tal vez una gladiola verde;
una orquídea
escarlata,
o margarita
silvestre.
que sembraré allí,
en mi jardín…
junto a la
fuente.
*
~
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~
(Todos los Derechos Reservados)
RA©
xi-mmiii
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