Mis últimos versos...
Por: Rafael Ángel



Cuando la parca —un día— de visita en mi huerto,
y tú sepas —por cierto— que mi tiempo ha llegado,
y te cuelguen dos lágrimas en tu rostro de ajenjo,
el mundo notará que —de pena— has llorado,
y tu llanto dirá que, quien te amó... se ha muerto.

Ni una flor, ni un capullo, ni una hoja, ni un verso,
podrás depositar sobre el cristal del féretro,
ni siquiera una carta, una nota, un papiro,
mucho menos un beso en mis gélidos huesos.

Y tu adiós, esa tarde, lo rociarás al viento,

sin que nadie perciba que el dolor te ha inundado.
Yo escucharé, en silencio, el gemir de tu aliento,
y sonreiré en mi lecho, aunque me haya marchado.

Y —alguna vez— el viento te traerá mi mensaje,
y en unas hojas pálidas podrás ver mi recuerdo;
se asomarán dos lágrimas; fruncirá el entrecejo,
añorarás, entonces, el pasar de los tiempos;
y cerrarás tus ojos, recreando un paisaje,
y soñarás el árbol... donde fue el primer beso.
Y pensarás mi nombre, sin restregar tus manos,
y recrearás de nuevo... cada uno de estos versos...!



fin
iii-mmix

 

 

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