No me dejaste dormir…

Rafael Ángel Cortés


Era ya de madrugada
de obscuridad absoluta;
el sueño... parecía en ruta,
mas en verdad, no llegaba.
La mañana se acercaba
a toda velocidad.
Y en honor a la verdad,
sin que nada quede dentro,
te confieso con acierto,
que no logré dormir más.
Cerré mis ojos con fuerza,
y por más que yo apretaba,
la luz del sol se acercaba
al filo de mi cabeza.
Y yo, reza que te reza,
a ver si quedo dormido,
acurrucado en mi nido,
con la mano en mi cabeza,
me preguntaba: —qué pasa
que no puedo dormitar.
Y en respuesta colosal,
como surgida del cielo,
se llegó a mi mente al vuelo
lo que te voy a contar.
Sucedió que, al desollar
la tarde de ayer, ¡ qué cosa !
pensé en la flor más hermosa,
que se encuentra en el solar.
Y el pensamiento fue tal
que al acostarme de bruces,
apagué todas las luces
para poder, bien, pensar.
Y pensé en ti, dulce niña,
de ojos azules, cual mar.
Y ya no pude pegar
los ojos toda la noche.
Y no creas que es un reproche,
ni un reclamo, ni un decir,
pero te digo que... anoche,
no me dejaste dormir...!

6 de diciembre 2006

Rafael © Angel
 

 

 

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