Nunca
te fuiste…
Siempre has permanecido en mi recuerdo;
algo me decía que lo vivido
estaba aún latente...
y no se había perdido.
Algo me decía que estabas cerca
y que no te habías ido;
que sólo dormitabas en la almohada
donde el recuerdo quedaba dormido;
y que un nuevo cantar cada mañana
resurgía alentador, como un destino.
Sólo un rictus de espanto
permaneció conmigo,
que embalsama mi mente,
cual castigo.
Sólo te fuiste allá, temporalmente,
como un ciervo perdido,
que busca entre otra gente
el vivir lo vivido.
Pero irte... irte no...!
Pues de mi mente... ni te has marchado
y jamás has caído en el olvido...!
~Rafael Angel~
|