PREGUNTAS...sin respuestas!

(Carta en prosa)


No creo tener que escribir tu nombre.

De sobra sabes que es a ti a quien dirijo esta carta.

Sólo léela... y responde!

Querida amiga:

      Siento que todavía no me había repuesto de tu cartita de aquella vez...


   ¡Te aseguro que se me hizo tan difícil poder concebir la idea! ¡Me quedé paralizado... hasta hoy! Ya hoy comenzaba mi cabeza y mi espíritu a tomar movimiento cuando... llegó otra carta,aún más hermosa, sencilla. ¡Tienes la gran habilidad, -¿sabes?- de paralizar mi cerebro como si inyectaras veneno de amor! ¡Quedé mudo otra vez!


      ¿Guardaste una copia? ¿Recuerdas lo que dice? ¡Si es cierto que puedo hacer revivir en ti emociones..., si de verdad te sientes ser parte de tu poesía..., si es cierto que se han despertado en ti sentimientos que permanecían aletargados... entonces hoy, más que nunca, daré gracias a Dios por este hermoso sueño realizado!


      ¡Siento que me engríes! ¡Siento que me mimas! ¡Siento...! ¡Siento que mi corazón está a punto de estallar! Aunque, pensándolo bien, no debe ser mi corazón; ése tú lo robaste casi desde el primer día!, pero algo me quiere estallar.


   Tengo tu foto al frente mío; siempre lo hago al escribirte... y —por alguna razón- mis palpitaciones aumentan cuando te escribo. ¿Podrías explicarme qué me has hecho? ¡Si todo comenzó con un poema! ¿Qué está ocurriendo? ¡Si me sentí ser tu amigo desde un principio; si sentí que eras mi amiga...¿por qué siento hervir la sangre cuando te escribo?


   ¡Si sé que hay una distancia inmensa, que existe un oceano enorme entre tú y yo, ¿por qué siento como si estuvieras a mi lado? ¿Por qué siento mis nervios temblando de emoción al escribirte? ¿Tienes respuestas? ¡Dámelas, por favor! En tu carta te despides con un beso. Quisiera hacer lo mismo. ¿Podrás sentirlo como yo sentí el tuyo? En tus cartitas anteriores, ¿recuerdas?, te despediste así: “gracias”; “un abrazo” ...pero en la de hoy...”un beso”. Poco faltó para sangrar por mis labios. Quise ‘morder’ la pantalla para arrancarlo de ahí. ¿Te imaginas? ¡Sólo quiero respuestas! ¿Las tienes?



Te quiere,
  tu amigo...



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