Pum-pum
© Rafael Angel
 
Es el sonido que ha
cruzado el tiempo
de un músculo que purifica sangre;
que envía, en sus latidos, al cerebro,
la mies que ha cosechado, mientras late.
Es el latir de un órgano viviente
que moldea en su sentir lo que pensamos,
que sufre, si es sufrir, lo que se siente,
o amar, si lo que quiere es ser amado.
Es esa parte que, en el pecho allí, guardamos,
que ni siquiera se sujeta a la razón.
Y nuestros pasos, con su guía, los andamos;
por todo nombre, lo llamamos "corazón".
Hoy te lo entrego. Que con mimos lo resguardes,
que lo protejas; que se sienta enamorado.
De ti dependo, desde hoy, en este viaje,
pues sus latires me dirán si lo has cuidado.
Y si el destino, por desgracia, tergiversa,
las instrucciones que en mis versos te he entregado,
ya no lo quiero, por favor; no lo devuelvas.
Deja que muera. Sufrirá menos... enterrado.
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(para ti, porque sabes muy bien
que eres la dueña de mi corazón)
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© Rafael Angel
 
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