Te
he negado...
¡ No te quiero mirar, Crucificado ¡
No resisto saber que estás muriendo
por los pecados que he estado cometiendo
contra tu Ley y tu mandato sagrado.
~
¡No quiero ver tus clavos¡ ¡Ni el costado
que la lanza te abrió indiferente
cuando mirabas con piedad a toda gente
que presenciaba mientras vas crucificado!
~
No tengo potestad; nada me es dado
para elevar estos ojos y mirarte,
sin en esa cruz estás muriendo aparte
por mis culpas, Señor, y mi pecado.
~
Aunque sé, mi Señor, fui perdonado
cuando el martillo, tus clavos, hundía,
por mis blasfemias, Señor, mis osadías,
sólo es tu muerte, Jesús, lo que he logrado.
~
Cuando llegares, mi Señor amado,
a la derecha del Trono de tu Padre,
perdona mi actitud, que igual que Pedro,
tu Nombre tan sagrado yo he negado.
*
*
***
*****
***
*
|