Virgencita...
Autor: © Rafael Ángel Cortés
Virgen
santa y bendita, hoy vengo a ti a rogarte
desde mi humilde islita, con la oración de mi alma,
de ésta alma, que añora, a una mujer que, en este,
mi corazón, anida, trayendo paz y calma.
Quiero decirte: la amo. Y ella también me ama.
Puedo sentir latidos en mi pecho. La sangre
siento, aquí, cómo hierve, si en las noches me
llama,
y me dice "te quiero", y me besa con hambre.
Y no quiero perderla, oh, mi Virgen sagrada,
Quiero que, en un milagro, pueda sentir que la amo.
No quiero que me olvide; no quiero que se vaya.
Quiero tenerla cerca, y sentir sus dos manos
cuando a mí me acarician, y mis labios los besa.
Quiero que, en cada sueño, cuando en la noche duerma,
yo sentir su cariño... y ella también lo sienta;
que sepa que la quiero. Que la adoro. ¡Que venga!
Esto quiero contarte, oh, Virgencita buena,
pongo en ti mi confianza...
¡Y perdona mi afrenta!
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